La final del Mundial de Fútbol en Sudáfrica

Aunque ya han pasado más de cinco años, me gustaría compartir con los lectores de este blog mi viaje a Sudáfrica para ver la final de la Copa Mundial de Fútbol que España ganó contra Sudáfrica. Mi novia lo organizó por sorpresa a través de la agencia IEST, que organiza viajes personalizados a cualquier destino.


Teníamos reservadas las fechas de nuestras vacaciones pero no supe a dónde nos dirigíamos hasta prácticamente el momento de subirnos al avión. Está claro que cuando ella lo organizó no sabía si España llegaría a la final, pero cuando pusimos rumbo a Johannesburgo dos días antes de que se disputara ese gran partido no podía de la emoción. No podría haber imaginado en mi vida un plan mejor para pasar las vacaciones de ese verano.

Como os podréis imaginar, la experiencia de vivir ese partido histórico en el Estado Soccer City, con ese ambientazo inigualable de gente de todo el mundo, es difícil describir. Lo pasamos en grandes antes, durante y después del partido.

Al día siguiente continuamos nuestro viaje por este precioso país. Hay mil y una cosa que ver en Sudáfrica. El país es enorme y tiene una enorme oferta turística. Pero por desgracia el tiempo es limitado y nos ajustamos a la agenda que estaba cerraba ya con la agencia. Os resumo un poco los sitios más destacados que visitamos:

El Parque Nacional Kruger. Enclave famosísimo donde disfrutar de una verdadera experiencia en medio de la naturaleza más salvaje. Allí vimos todo tipo de animales. Desde elefantes y rinocerontes, hasta leones y cebras, pasando por ñus. Un safari completísimo.

Buceo con tiburones. Es una de las actividades más típicas para hacer en Sudáfrica: observar el tiburón blanco en la llamada Ruta Jardín. Nunca antes había nadado rodeado de tiburones y lo recomiendo cien por cien. Aunque no voy a negar que pasamos algo de miedo. Por suerte todo estaba perfectamente organizado y no hay ningún riesgo para el visitante.

Visita a Ciudad del Cabo. Es una ciudad con mucha vida, ambiente cosmopolita y mil opciones para divertirse. Los días que pasamos allí nos dedicamos a patear sus calles y hacer alguna excursión por los alrededores, como la visita a la Table Mountain. Además disfrutamos de su gastronomía y, como no, de sus fantásticas playas.


Alberto (Vitoria)

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