Mis Navidades más especiales

Aprovechando la época en la que nos encontramos, me gustaría compartir el viaje que hicimos el año pasado mi familia y yo a Laponia. Me pareció como un sueño cumplido: tener la oportunidad de llevar a mis hijos a pasar la Navidad en un entorno de cuento. Mi marido y yo decidimos hacer este viaje cuando nuestros mellizos cumplieron diez años, una experiencia que recomiendo cien por cien.


MMientras volábamos de camino al ártico, soñábamos con algunos de los paisajes que habíamos planeado visitar, pero una vez allí el entorno superó todas nuestras expectativas. Nuestros hijos sabían que Finlandia era la tierra de Papá Noel, y ya sólo con eso los nervios y la ilusión estaban asegurado. Pero Finlandia es mucho más!

Durante la semana que pasamos allí, puede decirse que prácticamente no paramos ni un segundo. Recorrimos los paisajes polares en motos de nieve, hicimos paseos en trineo y practicamos pesca sobre hielo. Mis hijos disfrutaron especialmente con otra actividad que nos ofrecían en el viaje, la de realizar karting sobre nieve. Mientras ellos disfrutaban como nunca conduciendo estos karts especiales para hielo y nieve, nosotros aprovechamos para dar un paseo y disfrutar del impresionante paisaje. Bosques nevados, lagos helados, un entorno salvaje que te deja con la boca abierta mires donde mires.

Y cómo no, visitamos el hogar de Papá Noel, en Laponia, junto a un gran lago helado. En la casa no sólo estuvimos con él, también conocimos al elfo que ayuda a Papá Noel y a su mujer, con la que pudimos charlar y hasta compartir un rato preparando galletas navideñas. Inolvidable! Además, en las laderas del lago, con la nieve se forman una especie de grandes toboganes naturales en los que te puedes tirar en trineos. Una experiencia súper divertida!

Otra excursión que nos encantó fue la visita a una granja de renos. Aprendimos cómo cuidan de ellos, algo muy recomendable para niños y también para mayores.

Además de todo esto, merece una mención especial el alojamiento en Laponia. Desde la agencia, IEST, nos dieron varias opciones y escogimos un complejo de cabañas en la estación de esquí alpino de Rukan Salonki. Así que aunque nuestra agenda fue de lo más completa, también reservamos algún que otro hueco libre para disfrutar de este maravilloso alojamiento.