Con mis amigas… a Egipto

Llevábamos años intentado organizar un viaje de amigas, pero no conseguíamos ponernos de acuerdo con las fechas. Una vez logramos cuadrar diez días, nos pusimos a buscar destino. Había varias opciones, pero finalmente decidimos asesorarnos con IEST, una agencia que conocía mi amiga María y que nos recomendó desde el principio. Teniendo en cuenta la época del año y tras explicarles cuáles eran los sitios que más nos apetecían y que queríamos que ninguna de nosotros hubiera visitado anteriormente, nos pusimos de acuerdo: ¡Egipto!


Qué alegría. Tenía muchísimas ganas de conocer este país tan fascinante, con tanta cultura, tantos monumentos impresionantes que conocer y que ha inspirado tantas novelas y películas.

Nada más aterrizar en El Cairo nos lanzamos a perdernos por sus calles. Es una ciudad con muchísima vida a cualquier hora y con un sinfín de posibilidades para hacer turismo. Desde sus interminables bazares con todo tipo de objetos que reflejan la cultura e historia egipcia, hasta sus preciosas mezquitas y casas de arquitectura árabe, pasando por sus impresionantes pirámides, todos los rincones de El Cairo tienen un encanto especial y que no pasan desapercibidos para ningún visitante.

IEST nos organizó la visita a las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos en camello. Un paseo de lo más emocionante, acercarse por el desierto hasta estas maravillas… Y cómo no, también la Esfinge, ese león con rostro humano… sin palabras. No hace falta ser un apasionado de la historia para admirar estos monumentos. En El Cairo también es de visita obligada el Museo de Arte Faraónico, el más importante del mundo de antigüedades egipcias.

La segunda parte del viaje la pasamos en Luxor. Aquí seguimos admirando las maravillas egipcias: los templos de Karnak y Luxor, la mezquita de Abu El Haggag, etc.

Después de estos días, nos esperaba un crucero. Nos recomendaron que hiciéramos una parte del viaje en barco, para evitar tantos desplazamientos y tener así más tiempo para descansar. Así que hicimos la ruta Luxor-Aswan.

Desde Luxor, la siguiente parada fue para visitar la necrópolis de Tebas. Impresionante el Valle de los Reyes, con las tumbas de los faraones. También te dejan con la boca abierta las gigantescas estatuas de los Colosos de Memnon. Después el templo de Edfu, Kom Ombo, el templo de Philae… Las maravillas que te encuentras al visitar Egipto son innumerables y cada día quedas igual de impresionado que el anterior.

Todo ello, rodeados de una cultura y tradiciones que merece la pena conocer. La música árabe y sus bailes te transportan a las “mil y una noches”. La comida me pareció exquisita. Ah! Y el trato de los egipcios, amabilísimos! Se nota que en gran parte viven del turismo y te hacen sentir de lo más a gusto y eso es de agradecer.

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